Arbitrario rejunte de recuerdos, anécdotas y extrañezas para recordar a Hugo Bellini, el más amigo de los amigos... El militante de la alegría.
domingo, 20 de junio de 2010
Día del Padre
Hoy festejarías. ¡Y cómo! Y yo, a dónde estés (a este Hugo que me acompaña a diario silenciosamente, ¡quién lo hubiera dicho!), te mando un abrazo apretado. Celebrando ese maravilloso padre que fuiste mientras la vida, o más bien la muerte, te permitió...
Stella
sábado, 12 de junio de 2010
Quién pudiese volver el tiempo atrás...
Amigo: Hoy hace dos años que se murió mi vieja. Y dos años que te ví sano por última vez... De hierro. Ahí. Diciendo presente... ¿Cómo íbamos a imaginar (ni en la fantasía más oscura y loca) que vos serías el siguiente?
Tengo tan presente el abrazo que me diste... tu cansancio, eso sí. Dijiste estar muy cansado...
Te extraño, amigo.
Llueve hoy, y te extraño.
Es un triste aniversario y te extraño.
En vos y en mi vieja sufro la pesadez absoluta de la certeza del para siempre... Y pesa, sí... cómo pesa.
Y fue el Bicentenario, y te extrañé.
Y es el Mundial, y te extraño.
Y en aquel café, y en aquella plaza... Y esa persona, y aquella esquina, y una música... Y estás. Siempre estás.
Un espectáculo terminaba con esta frase: "Quien te recuerda te salva".
Y aquí estoy, amigo, salvándote de la muerte.
Y me pregunto... ¿Quién me salvará a mí cuando yo muera?
¿Te acordás? "Si la muerte pisa mi huerto..." Y pisó el tuyo, la muy turra...
Te extraño. ¿Cómo no extrañarte?
Stella Matute
Tengo tan presente el abrazo que me diste... tu cansancio, eso sí. Dijiste estar muy cansado...
Te extraño, amigo.
Llueve hoy, y te extraño.
Es un triste aniversario y te extraño.
En vos y en mi vieja sufro la pesadez absoluta de la certeza del para siempre... Y pesa, sí... cómo pesa.
Y fue el Bicentenario, y te extrañé.
Y es el Mundial, y te extraño.
Y en aquel café, y en aquella plaza... Y esa persona, y aquella esquina, y una música... Y estás. Siempre estás.
Un espectáculo terminaba con esta frase: "Quien te recuerda te salva".
Y aquí estoy, amigo, salvándote de la muerte.
Y me pregunto... ¿Quién me salvará a mí cuando yo muera?
¿Te acordás? "Si la muerte pisa mi huerto..." Y pisó el tuyo, la muy turra...
Te extraño. ¿Cómo no extrañarte?
Stella Matute
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